Hoy nos vamos hasta Sevilla para disfrutar de la boda de Vanesa y Pancho, pertenecientes a hermandades sevillanas «rivales». Celebraron una boda preciosa y la novia lució dos looks totalmente diferentes. Hoy la cosa va de opuestos. 😉
Todas las fotos son de Albert Pamies, residente el Málaga y con el que los novios quedaron encantados con el resultado.
Los diseñadores de los dos vestidos, el de la ceremonia y el del baile, fueron Blanco & Belmonte, unos diseñadores de Sevilla, que conquistaron a la novia desde su primera visita!
Con el primer vestido llevó un cinturón y una diadema de latón dorado hechos por un orfebre a partir del boceto que realizaron los diseñadores; los pendientes eran de oro y diamantes, que habían pertenecido a su abuela.
Los zapatos eran unas sandalias en distintos tonos de dorado de Lodi.
El ramo era de Azucena García Arte Floral.
La ceremonia tuvo lugar en la Capilla de los Marineros, que es la sede de la hermandad de la novia que es La Esperanza de Triana. Ella nos cuenta esta curiosidad: «Pancho es costalero del Cristo de la Macarena, te explico, en Sevilla son dos de las hermandades más famosas que hay (ambas salen en «la Magrugá»), y o te gusta una o te gusta la otra y resultaba muy extraño sobre todo para sus amigos, que él se casara en la hermandad «rival».»
El banquete se celebró en la Hacienda Los Frailes de San Alberto, una hacienda preciosa. El catering lo sirvió Moyano Rodriguez, son un catering de Córdoba y los novios acabaron encantados con la comida.
Con el segundo vestido, el del baile. la novia se soltó el pelo, se pintó los labios rojos y cambió sus pendientes por otros largos dorados con motivos florales de Dublos comprados en Lina y me puse una pulsera de Tous regalo de su madre.
La novia nos cuenta algunos detalles y anécdotas de la boda: «en la decoración por ejemplo participé bastante, los centros de mesa eran botes de cristal decorados con encaje de bolillos, que hicimos mi madre (nuca hemos comido tanta comida de bote para poder conseguri todos los que necesitamos, además de los que nos dieron familiares ni amigos, que pensaban que estaba loca cuandoo les pedía botes y no les decía para qué); otro detall fúe que tanto a Pancho (el novio) como a mí,nos encanta la Semana Santa, así que se me ocurrió que los nombres de las mesas fueran hermandades de Semana Santa y en el sitting, los nombres de los invitados fueran escritos en capirotes que hice yo con cartulina y le puse unos ojitos de los que se mueven del color correspondiente con cada hermandad; los regalitos que dimos fueron pulseras que hicimos mi padre, mi hermana y yo y las de mis amigas intimas eran especiales porque tenían sus iniciales y les dejé un mensaje en las tarjetitas que venían en las bolsitas de las pulseras y los alfileres como a mí me encanta la Feria de Abril eran caritas de flamencas. Para las alianzas mi amiga Paula me bordó un bastidor con nuestros nombres, la fecha de la boda y también llevaba los pajaritos dándose un beso, al igual que los sellos que llevaban las invitaciones de bodas, los misales y las minutas.
Al entrar en el salón para la cena tras los aperitivos, elegimos la canción Marry You de Bruno Mars y justo antes de entrar le comenté a Pancho que me apetecía que entráramos bailando y así lo hicimos, entramos bailando la canción mientras que los invitados se pusieron en pie tocando las palmas al ritmo de la música y para el primer baile sabíamos que no queríamos el típico vals o una canción romántica que la verdad después se ve arritmica total bailándola los novios, así que nos decidimos por Vivir la Vida de Marc Anthony, a mi me encanta bailar y preparé una coregrafía que le enseñé a Pancho y aunque sobre todo él estaba muy nervioso por este tema, creo que quedó bastante bien; la anécdota fue que yo antes del primer baile me cambié de vestido y de peinado, pero al subirme la cremallera el wedding como era de las invisibles, se rompió, al principio se hizo el caos en el baño pero mi madre que es muy previsora, echó imperdibles en el neceser y me los pusieron en el vestido quedando la mar de apañado sin que la gente se diera cuenta del percance.
Otro de los detalles, fueron que como tanto Pancho como yo somos abogados, los muñecos de la tarta estaban personalizados con nuestras caras e iban vestidos con togas.
Por ultimo, tras el baile, le dimos a nuestros padres un regalo y le dedicamos unas palabras y también a mis hermanas Eva y Yolanda, las que se han portado genial conmigo, acompañándome a todos sitios, ayudándome a hacer los regalitos, la decoración, etc y sobre todo aguantando mis nervios y les regalé una pulsera de Alex and Ani que pone «Sister» porque en Reyes, mi madre siempre nos regala unas pulseras iguales a las tres y decimos: HERMANASSS, por eso era emotivo el regalo para las tres.»
¿Qué os ha parecido esta boda sevillana?
Bisous!
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3 Comentarios
Tere
noviembre 9, 2015 a las 8:13 amLa boda preciosa, el sitio inmejorable delante de la Virgen de la Esperanza, las fotos a las orillas del Guadalquivir….la novia guapísima, el traje ideal, corona, espalda, con el velo por la cara (me encanta las novias veladas), pero sinceramente, no entiendo lo de cambiarse de traje, no le veo sentido.
Maria
noviembre 9, 2015 a las 1:31 pmA mi m parece toda la boda preciosa. No le puedo poner un solo pero, me encanta el vestido de la novia y los detalles para los invitados.
Lo que sí agradecería es que se publicasen bodas mas.. «Sencillas», mas.. «Economicas». Todas las que salen en los post son preciosisimas y el trabajo es merecido, pero considero que todas las bodas sean más o menos caras son bonitas, es más, es una forma de demostrar que con poco presupuesto se pueden lograr grandes cosas.
Un bso!
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abril 21, 2016 a las 10:28 amParece sacada de una película! enhorabuena por la boda y por el artículo tan bien escrito, ojalá yo pueda tener una boda tan perfecta, saludos y gracias por compartir la info!