Hoy os enseñamos una boda navideña celebrada el 27 de Diciembre, un día en el que lució el sol y 22 grados en Alicante. Una boda íntima e informal planteada más como una reunión de amigos que una boda como tal reuniendo a 100 de las personas más importantes de sus vidas.
Las fotos las hizo Natalia Vidosola, amiga de Maria por lo que la complicidad fue absoluta.
El «vestido» fue diseñado por Oh que Luna! formado por un pantalón de gasa, un jersey y una capa de piel blanca. Lo diseñaron desde cero sin saber María ni lo que quería, consiguiendo un diseño muy cómodo y especial.
El peinado fue elegido a última hora con la ayuda de la peluquería Creative, ella quería una trenza y ellas le dieron la idea de hacerla por los dos lados y terminarla con un lazo de terciopelo (Oh que luna) para mantener el pelo recogido todo el día.
El ramo fue una historia curiosa… «Yo quería un ramo de camomila pero no fue posible. Las chicas de El taller de la flor finalmente me hicieron un ramo con flores silvestres “safari” creo que se llaman, muy naturales y que le daban un toque de color. Lo que quería es que fuera un ramo lo más natural posible, que pareciera que acababa de recogerlo del campo. »
La ceremonia se celebró en la concatedral de San Nicolás. Era la primera vez que se celebraba una boda allí porque es muy pequeña, por eso para los novios fue tan especial.
Los zapatos de Christian Louboutin, regalo de su mejor amiga, unos “esentials” color nude preciosos.
Sólo llevó los pendientes prestados por su suegra, los mismos que usó ella en su boda hace 30 años, un rosetón de brillantes con mucho significado.
La novia llegó en una vespa sidecar regalo de mi mejor amigo. Lo pasaron genial en el trayecto a pesar de que se les rompió el cable del embrague y tuvieron que pedir ayuda para arrancarla en cada semáforo como los picapiedra! Esta vez el retraso de la novia fue todo menos preparado.
Nada más salir de la iglesia se tomaron un aperitivo en “Alioli”, la taberna tan especial de un amigo en el que disfrutaron de unos vinos de la tierra acompañados de queso y embutido.
La comida fue tipo cóctel servida por el restaurante El Monastrell en el pasaje del hotel Amérigo. Uno de los hoteles más especiales de la ciudad, y el tipo de comida todo un descubrimiento para nuestros invitados ¿a quién se le ocurre poner un “bocata de calamares” en un menú de boda? En esta boda tan original, así fue!
Después de comer, cuando tomábamos la primera copa, hubo una sorpresa muy especial: un violinista y cantante con guitarra cubanos, tocaron las canciones favoritas de mi familia, fue uno de los momentos más emotivos de la celebración
El ramo se lo regaló a su madre, con la que tiene una especial relación, Maria es hija única y para su familia la boda fue un día muy muy especial.
¿Qué os ha parecido esta original boda?
Bisous!
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4 Comentarios
Lorena Calabuig
marzo 23, 2015 a las 3:00 pmVaya estilazo! Una boda sencillamente perfecta.
fotógrafo de bodas en Sevilla
marzo 24, 2015 a las 8:42 pmQué me ha gustado este artículo….Y sus fotos. Como soy fotógrafo de bodas, me fijo mucho en todos los detalles….Y aquí hay tela.
Miss Estilos
marzo 25, 2015 a las 10:45 amMe encantan las bodas distintas y con personalidad, son únicas! Para mi fantástica
http://www.missestilos.com
Entre Flores & Plumeti
marzo 29, 2015 a las 11:52 pmUna boda preciosa. Que estilismo más bonito y atrevido.
Sin duda una boda con estilo.