La boda (de escalofrío) de Toñi Salazar y Roberto Liaño

***Antes de que empecéis a leer queremos dejar claro, después de los comentarios recibidos, que para nada este post va con tintes racistas, a nosotras nos hace gracia comentar las bodas diferentes, tanto las extranjeras, como la de los multimillonarios que nos parecen muy horteras. La protagonista de la boda es un personaje que nos cae muy bien, pero comentamos su boda bromeando sin que nadie tenga que sentirse ofendido por ello, por que como decimos al final del post, nos encantan todos los tipos de boda, porqué lo importante es el amor y que la pareja se sienta representada por su tipo de boda. A veces hay que tomarse la vida un poco menos en serio!

El pasado 14 de Febrero, día de San Valentín, fue la fecha elegida por Toñi Salazar, ex componente del grupo Azúcar Moreno, para casarse con su joven novio y ¿modelo? Roberto Liaño en Segovia.

La pareja, vendió la exclusiva de la boda a la revista Hola, pero cedió algunas fotos vestida con un traje corto a los demás medios (que majos… después de embolsarse el suculento pastuflón!)

La novia lució 3 trajes diferentes durante la celebración de Aurora Gaviño, que impactó a los invitados y a los lectores de forma irreversible…vamos, que se cubrió de gloria la diseñadora!
El reportaje se inicia con una imagen de novia tradicional donde se busca esa imagen cándida y virginal tan de álbum de los 80’s, con cortinas blancas de fondo incluidas!! Nos recuerda a la de una comunión, pero faltarían las nubes de fondo… Suponemos que las cortinas esconden el enmoquetado del hotel que ya se intuye antes de haber comenzado a leer el reportaje.

Sin ánimo de generalizar, y excluyendo a aquellos hoteles maravillosos que han albergado bodas increíbles y seguirán acogiendo eventos magníficos, que no son la mayoría, queremos advertir del peligro que pueden suponer las moquetas de aquellos hoteles que hace muchos años decidieron tapizarse hasta la bandera y que hoy son la peor pesadilla de los alérgicos al polvo y los ácaros!

Pues bien, este tipo de hoteles (también conocidos por nosotras como «pesteaculos hotels«), parece una cadena de hoteles y a juzgar por la cantidad de ellos que existen, puede que así sea!…) son la amargura de los fotógrafos bodiles que han de ir jugando con telas, desenfocando los fondos y usando las cortinas como recurso. En este caso, no sabemos dónde comienza y acaba el velo… Parece gritar por los viejos tiempos: ¡¡Devórame otra veeeez…!!!

Al novio le dejamos respirar, de momento…pero ya avisamos que hacen falta gafas de sol para seguir leyendo!

A continuación os mostramos la foto de familia… ¡El clan al completo!! En primera fila las jovenzuelas «pa’ chupar cámara» o Camarón en este caso… Los hombres lucen camisas con cuellos en pico, corbatas poco acertadas (eso los que llevan…) Y lo contentas que están las chiquillas con sus vestidos de raso, sus posados sensuales y sus exuberantes melenas!… Aaah no nos olvidemos de las dos niñas de la derecha y sus chándals de lentejuelas.

Aquí vemos un momento del baile de los novios….Eso sí, ¡a salero no los gana nadie!

Y buuuf… el «momento sable» o «kill bill»…. con ese pastel de pisos, con estructura metálica tan de las bodas de los 80!!!! ¿Evolución??

El segundo traje que lució para el baile… Un vestido inspirado en las gitanas húngaras con un velo al estilo pirata. Las consejeras de la novia también se lucieron!! Para las tres veces que se cambió de vestido y de ramo, lleva 2 fallidas y ya os adelantamos que con el ramo a la 3ª no va la vencida!!!

Es el vestido que utilizan las gitanas cuando van a hacerse la prueba del pañuelo… ¿Qué pensaba darnos una sorpresa?? 😉

Y comentemos por supuesto a los invitados de la boda….

Nuestra queridísima Obregón que optó por los lunares para sentirse integrada. Y ojito al extintor! ¿Veis lo que decíamos de los hoteles «pesteaculo»?

Maria Pineda también nos ha gustado y seguro que los novios agradecieron tenerla allí a pesar del duro trance que está atravesando… No se encontraba bien y aún así no perdió la elegancia que la caracteriza.