¡¡Hola a todas!!
A raíz de la última boda real nos hemos puesto nostálgicas y hemos abierto el baúl de los recuerdos para rememorar las bodas reales que se han celebrado en Europa en los último cien años sin perder de vista lo que más nos gusta: la moda y las bodas. El tiempo pasa volando y es que el pasado siglo ha visto enamorarse, casarse, e incluso en algunos casos, volverse a casar, a muchos príncipes y princesas. Por esto es que, de entre todas ellas, hemos hecho una selección de los vestidos y las novias que han marcado época, estilo y tendencias. Ahora podemos verlos algo desfasados pero en su momentos todos dieron que hablar, para bien o para mal.
1947- Isabel de Inglaterra.
Igual que cualquier otra novia en la Gran Bretaña de la posguerra, Isabel tuvo que usar cupones de racionamiento para pagar su vestido. Cientos de futuras novias de todo el país le donaron sus cupones, pero era ilegal que Isabel los aceptara. No obstante, obtuvo un permiso especial del gobierno para utilizar 200 cupones adicionales.
1956- Grace de Mónaco
El espectacular vestido de Grace Kelly, frecuentemente mencionado como uno de los vestidos nupciales más emblemáticos de la historia, fue ideado por Helen Rose, la diseñadora de vestuario de los estudios MGM. Más de medio siglo después, el vestido sigue inspirando a novias de todo el mundo.
1978- Noor de Jordania
Nacida en Washington D.C., Lisa Najeeb Halaby, su nombre de soltera, se convirtió al islam la misma mañana de su boda y adoptó el nombre que el rey había elegido para ella: Noor Al Hussein, que significa “Luz de Hussein”.
1978- Carolina de Mónaco
Bohan, el diseñador de Dior, tuvo que hacer cambios de última hora en el vestido después de que se filtraran algunos detalles, justo a tiempo para la boda de Carolina, a la que acudieron leyendas de Hollywood como Ava Gardner, Cary Grant y Frank Sinatra.
1981- Diana de Gales
No fue fácil dar cabida juntos a la larguísima cola del vestido y al padre de Diana en el carruaje que los llevó hasta la boda. Sin embargo, la imagen podría haber sido muy diferente si se hubieran filtrado detalles del vestido, ya que existía uno de reemplazo a la espera en caso de emergencia.
1993- Rania de Jordania
El diseñador se inspiró en los tradicionales y lujosos vestidos formales sirios y añadió unos inconfundibles detalles en oro, guantes a juego y una cinta de pelo que recogía su pelo tan alto, que entrar y salir de los coches era toda una hazaña.
2011- Mette Marit de Noruega
Los accesorios que Mette-Marit eligió para su sencillo y elegante vestido eran igual de minimalistas y clásicos, como la centenaria tiara de herencia familiar, un regalo del rey y la reina de Noruega.
2002- Máxima de Holanda
La inusual tiara adornada con estrellas de Máxima, argentina de nacimiento, se diseñó especialmente para la ocasión. Se combinó la base de la tiara, herencia de la corona holandesa, con unas clásicas estrellas con diamantes incrustados que han pasado de generación en generación desde la reina Emma, tatarabuela del rey Guillermo Alejandro.
2004- Mabel de Holanda
Un equipo de cuatro personas dedicó más de 600 horas a crear este único e inolvidable vestido, además de todos y cada uno de los 248 lazos.
2004- Mary de Dinamarca
La australiana María es la única persona no perteneciente a la nobleza en tener el honor de llevar el famoso velo de la familia real danesa. Como detalle emotivo, se dice que llevaba el anillo de bodas de su difunta madre cosido al vestido, muy cerca del corazón.
2004- Letizia de España
Letizia eligió al diseñador de 86 años Manuel Pertegaz aconsejada por su futura suegra, la reina Sofía de España.
2010- Victoria de Suecia
El velo Bernadotte y la tiara de los camafeos son preciadas herencias familiares y aparecen con frecuencia en los enlaces matrimoniales de la realeza sueca. La tiara de los camafeos data de tiempos de la emperatriz Josefina, hace más de 200 años, quien la recibió, muy probablemente, como un regalo de su marido, Napoleón Bonaparte.
2011- Charlene de Mónaco
La espectacular creación de Armani para Charlene incorporaba 50 metros de seda y 80 de organza, así como 40000 cristales de Swarovski y 20000 lágrimas de madreperla. Se tardó en elaborarlo unas 2500 horas.
2011- Kate de Inglaterra
Tras meses de especulación, el vestido de Alexander McQueen para Kate no defraudó. Éste incluía, como tributo a las tradiciones británicas, encaje elaborado a mano y los emblemas florales del Reino Unido bordados: el cardo, narciso, trébol y la rosa.
2013- Magdalena de Suecia
El mirto, una flor tradicional de las novias y que simboliza el amor y el matrimonio, estaba muy presente en el ramo de Magdalena, como ha ocurrido con todas las novias reales de Suecia y Dinamarca desde 1935. Éstas incluyen un pequeño brote de la planta que la tatarabuela de Magdalena trajo consigo desde Inglaterra en 1905.
Podéis ver estos y muchos más en la página de Zalando de dónde hemos sacado toda esta información sobre bodas reales y sus vestidos.
¿Cuál ha sido vuestro vestido real preferido?
Bisous!
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3 Comentarios
Mr. Wonderful
julio 17, 2015 a las 11:00 amOhh! Qué gozada abrir el baúl de los recuerdos y viajar un ratito al pasado con este post! Preciosos los vestidos… Nos ha encantado, gracias por compartirlo 🙂
Un besote,
Mr.Wonderful
Gloria
julio 17, 2015 a las 12:50 pmMe ha encantado éste post!
Mi preferido: el de Leticia, ese vestido me impactó y me inspiró a escoger el que hace menos de 2 meses lucí en mi enlace, y nadie quedó indiferente 😀
Cada vez que lo veo me vuelvo a enamorar …
Felicidades por el blog
Carmen
julio 17, 2015 a las 1:55 pmMe encanta este post! El año pasado, recién prometida y a tres meses de mi boda, me autoregalé el libro de las bodas reales ( por Friederike Haedecke y Julia Melchior) es un libro muy interesante donde vienen los detalles y secretos mejor guardados. Entre ellos, destacar que en la boda eclesiástica de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, la novia entró antes que el novio ya que la «norma» es que el Príncipe de Mónaco no esperaba a nadie, así que él fue el último en hacer entrada a la catedral. El vestido de Grace Kelly costó 8.000 dólares de la época y lo pagaron los estudios MGM.
Para el vestido de Mette Marit se necesitaron más de 106 metros de seda.
Curiosamente yo ya había encargado mi ramo de novia cuando compré el libro, un pequeñito ramillete de lirios del valle, las mismas flores del ramo de novia de Grace Kelly y una de las componentes del ramo de Kate Middleton.