Elegancia, popularidad, lujo, excentricidad, glamour… son algunos de los adjetivos que utilizan las revistas para describir las bodas de los ricos y famosos.
Y es que mientras algunos optan por la última tendencia de Hollywood de contraer matrimonio en una boda íntima y secreta o dar el sí quiero en Las Vegas, sin tener que estresarse en la organización de la boda, otros quieren festejar su amor a bombo y platillo y gastar millonadas en la celebración de su enlace.
Siempre escuchamos que “el dinero no lo es todo”…y siempre pensamos “¡Sí claro, pero se vive mejor!”.
Siempre escuchamos que “el dinero no lo es todo”…y siempre pensamos “¡Sí claro, pero se vive mejor!”.
En este post, segunda parte bodas horteras, nos hemos puesto como objetivo el de mostraros cómo los ricos invierten sus fortunas en sus bodas con un resultado nada lucido!
Eso nos consuela…o no…
Eso nos consuela…o no…
El bodorrio de la rubia de bote por excelencia
Cristina Aguilera, icono típicamente americano, nos sorprendió con un vestido de lo más andaluz, donde los volantes formaban esa espectacular cola más propia de la feria de Sevilla que de una boda yanqui.
Enfundada en su bata de cola, lucía una enorme sonrisa enmarcada en un intenso carmín que hizo conjuntar con un bolsito, suponemos que para llevar la barra de labios…¡Estaba todo pensado!
Pero se nota que a Xtina le van bien las cosas, porque no faltó de nada… y sobre todo nada de flores. Ese arco es una muestra…¡Una muestra de deforestación!! Su enlace dejó sin flores a la comarca hasta la siguiente temporada. Pero ella estaba encantada de la vida.
Enfundada en su bata de cola, lucía una enorme sonrisa enmarcada en un intenso carmín que hizo conjuntar con un bolsito, suponemos que para llevar la barra de labios…¡Estaba todo pensado!
Pero se nota que a Xtina le van bien las cosas, porque no faltó de nada… y sobre todo nada de flores. Ese arco es una muestra…¡Una muestra de deforestación!! Su enlace dejó sin flores a la comarca hasta la siguiente temporada. Pero ella estaba encantada de la vida.
El marido estaba para comerselo vamos, es lo que tiene casarse con un judío, que tienen que llevar casquete y ese chal más femenino casi que el vestido de la novia…
Cuándo Dita von Teese se casó con «la cosa» Marilyn Manson
Una amiga siempre decía que no se casaría de blanco y cumplió amenaza casándose de verde. A lo mejor lo de Dita vino por ahí.
Novia rebelde dónde las haya, pues se plantó en la iglesia con un vestido morado tornasol de Vivienne Westwood de lo más excéntrico. Y un ramote de rosas rojas que debía pesar un quintal.
La boda se celebró en un castillo en Irlanda, (que si eres famoso y no te casas en un castillo no eres nadie), y oficiada por un seglar director de cine, Alejandro Jodorowsky (entre raros andaba el juego…)
Eso sí, soprano sí que hubo. Hasta los maridos satánicos se ablandan con las bodas y se emocionan con un Ave María.
La boda de la madurita Ivana Trump
La ex esposa del millonario Donald Trump contrajo matrimonio con el yogurín Rossano Rubicondi, 24 años menor que ella, en Florida, en la mansión del ex marido de Ivana, Donald Trump. La mujer, que es muy aprovechada, y además no hay nada más romántico que casarte con tu nuevo marido en la casa de tu ex. La que fuera esposa del magnate neoyorquino, envió a sus amigos una invitación poco corriente: Ivana no sólo les invitó a su enlace, sino que además les exigió un vestuario especial que, en el caso de las damas, tenia que ser largo, de color pastel y nunca en rosa o amarillo.
Es decir, te obliga a formar parte del pastel…¡Y nunca mejor dicho! De una masa, dulce y pomposa donde los novios se confunden con los invitados en una perfecta harmoniosa estampa bodil de merengues!! En definitiva, una verdadera puñalada al buen gusto.
La ex esposa del millonario Donald Trump contrajo matrimonio con el yogurín Rossano Rubicondi, 24 años menor que ella, en Florida, en la mansión del ex marido de Ivana, Donald Trump. La mujer, que es muy aprovechada, y además no hay nada más romántico que casarte con tu nuevo marido en la casa de tu ex. La que fuera esposa del magnate neoyorquino, envió a sus amigos una invitación poco corriente: Ivana no sólo les invitó a su enlace, sino que además les exigió un vestuario especial que, en el caso de las damas, tenia que ser largo, de color pastel y nunca en rosa o amarillo.
Es decir, te obliga a formar parte del pastel…¡Y nunca mejor dicho! De una masa, dulce y pomposa donde los novios se confunden con los invitados en una perfecta harmoniosa estampa bodil de merengues!! En definitiva, una verdadera puñalada al buen gusto.
El show de los freaks de Liza Minelly
El enlace entre Liza Minnelli y David Gest encabeza la lista de Forbes de los enlaces más caros de la historia. Gastaron 2,5 millones en agasajar a los 500 invitados, que fueron entretenidos por una orquesta de 60 personas.
Al año siguiente se divorciaron. Supongo que también encabeza la lista de los matrimonios menos duraderos, y también menos rentables.
Dios mío, siguiendo la estela de su amiga Elisabeth Taylor con 7 maridos, Lizza minelly decidió casarse con un nuevo jovenzuelo, pero esta vez quiso innovar y contrajo matrimonio con un muñeco de cera. Porqué no me digáis que la cara de este hombre es normal. Tu puedes ser menos guapo, feillo, difícil de mirar o feo con las tres letras, pero este chico parece que lleva careta de plastilina!!
Los invitados de lo más ilustre vamos, y no hablemos de los testigos: el recién desaparecido Michael Jackson, que queréis que os diga, era un gran artista, pero lo que es los estilismos no era lo suyo. Y la Taylor que lo que me da pena no es su estilismo sino que entre lo viejuna que está y los ex maridos que tiene, no debía acordarse ni quien fué el acompañante en esta boda.
En fin, demasiado dinero para tan poca gracia…
Al año siguiente se divorciaron. Supongo que también encabeza la lista de los matrimonios menos duraderos, y también menos rentables.
Dios mío, siguiendo la estela de su amiga Elisabeth Taylor con 7 maridos, Lizza minelly decidió casarse con un nuevo jovenzuelo, pero esta vez quiso innovar y contrajo matrimonio con un muñeco de cera. Porqué no me digáis que la cara de este hombre es normal. Tu puedes ser menos guapo, feillo, difícil de mirar o feo con las tres letras, pero este chico parece que lleva careta de plastilina!!
Los invitados de lo más ilustre vamos, y no hablemos de los testigos: el recién desaparecido Michael Jackson, que queréis que os diga, era un gran artista, pero lo que es los estilismos no era lo suyo. Y la Taylor que lo que me da pena no es su estilismo sino que entre lo viejuna que está y los ex maridos que tiene, no debía acordarse ni quien fué el acompañante en esta boda.
En fin, demasiado dinero para tan poca gracia…
La vie en rose de Gwen Steffani
Lo de Gwen Steffani no tiene nombre, ni tampoco criterio.
Tu puedes escoger un vestido más o menos bonito, como siempre decimos: para gustos los colores, pero este atuendo es para puramente generar el cachondeo de los invitados.
Será una chica graciosa y de la broma, porqué sino, no le encuentro otro objetivo al traje. Tanta gracia quiso hacer que por un día se convirtió en el payaso de Micolor…
Como diría la canción y cualquiera al mirar a Gwen a la cara: “Blanca y radiante va la novia…”. Blanca y “pura” con ese velo cubriente, pero vamos bajando la mirada y….¡Diooos, se le ha desteñido el vestido al lavarlo con sus mallas de leopardo rosa preferidas de los conciertos!!!
¡Tanta innovación nos ha destrozado! Pero la chica se conjuntó con el pastel, con las flores, con el color de su barra de labios y con la moqueta!
Eso sí, el novio hecho un Don Juan. Como esto va de canciones, a el le pega “Soy un truhán, soy un señor…”. Gomina a tutíplen y el maravilloso gesto de dar la cucharadita de pastel a la novia: Patético.
Como diría la canción y cualquiera al mirar a Gwen a la cara: “Blanca y radiante va la novia…”. Blanca y “pura” con ese velo cubriente, pero vamos bajando la mirada y….¡Diooos, se le ha desteñido el vestido al lavarlo con sus mallas de leopardo rosa preferidas de los conciertos!!!
¡Tanta innovación nos ha destrozado! Pero la chica se conjuntó con el pastel, con las flores, con el color de su barra de labios y con la moqueta!
Eso sí, el novio hecho un Don Juan. Como esto va de canciones, a el le pega “Soy un truhán, soy un señor…”. Gomina a tutíplen y el maravilloso gesto de dar la cucharadita de pastel a la novia: Patético.
3 Comentarios
Perséfone
julio 30, 2009 a las 12:45 amJope…<br /><br />Yo tengo pensado casarme como mucho en un par de años y añun no sé ni cómo serán la mayoría de los detalles. Después de leer esto lo que si qyue tengo claro es que ya sé como quiero que No sea mi vestido de novia.<br /><br />Además me falta los millones y el castillo de rigor ¡Que pena! jajaja<br /><br />Buena entrada y buen blog.<br /><br />Un saludo.
(!) hombre perplejo
agosto 3, 2009 a las 10:09 pmXD XD<br /><br />No habéis dejado títere con cabeza… pero ha sido realmente divertido. Lo de Liza Minelli casándose con el muñeco de cera me ha descoyuntado la mandíbula.<br /><br />Me habéis dado una idea para uno de los monográficos que elaboro para <a href="http://www.blogdelhombreperplejo.blogspot.com/" rel="nofollow">mi blog</a>: bodas cutres en la historia del cine. Estoy abierto a
María E.
agosto 4, 2009 a las 2:16 pmMadre mia!! Me he quedado de piedra… Más o menos como la cara del marido de Liza ¡eso no es normal! y el vestido de Gwen Stefani de lo peor que he visto!! Antes de hacer esto teneis que avisar con tiempo, que mi retina no está acostumbrada a tanto horror de golpe…<br />¡Muchos besitos!