Mar es una de las seguidoras de Confesiones y nos encanta poder compartir su boda aquí. La organización de la boda fue un poco dificultosa ya que, aunque ambos son de Sevilla, trabajan en Cáceres por lo que han contado con el apoyo de sus familias y de los profesionales que han formado parte de la organización de la misma.
Los fotógrafos fueron M&O Photo, que ya conocéis de sobra porqué nos encanta publicar sus trabajos. Los novios se sintieron comodísimos con ellos además de conseguir un resultado genial. Para los novios, un día 10 que recordarán siempre.
Los complementos que utilizó fueron una tiara a juego con un broche, que llevaba en la espalda, de color oro rosa con piedras de cuarzo rosa incrustadas realizado por (excelente recomendación de Antonio García,) Manolo García Calvo.
Volvería a elegirlo una y mil veces, no solo por el resultado final, si no por la serenidad que proyecta y lo empatico que es. ¡Un verdadero encanto!, así como su equipo entero.»Los zapatos son de Franjul, unos peeptoes de ante y piel color rosa inglés. El anillo era el de pedida de oro blanco y brillantes realizado por una joyería amigos de la familia de Emilio. Y los pendientes de oro y perlas, que eran de su madre, regalados por su padre cuando Mar nació.
«Entré en la Iglesia acompañada de mi padre, quien llevaba ¡el chaqué de su boda! acondicionado por el equipo de sastrería de Scalpers y con un cortejo de 3 pequeñas damitas delante vestidas por Teresa & Leticia.
Tanto en el maquillaje como en el peinado confió en Luis Ramos y su equipo, que estuvo sobradamente a la altura, muy recomendado por las familiares y amigas de Mar. Ella quería huir un poco de los moños, por lo que terminó eligiendo una cola atada en varios puntos, que daba un aspecto más desenfadado sin dejar de salirse del estilo del traje.
La iglesia donde se celebró la ceremonia es la Capilla de Las Adoratrices situada en el barrio dónde creció el novio y muy cerca del hospital en el que ambos se formaron como médicos por lo que tenía un significado especial.
Emilio estaba guapísimo vestido con un chaqué gris marengo, realizado por una sastrería de San Fernando (Cádiz), y la madrina vestida de Roberto Diz con un traje gris plata y mantilla, muy elegante.
La celebración fue en el Real Club Pineda, en el pabellón junto al Hipódromo donde pasé gran parte de mi infancia yendo con mi familia a ver las carreras de caballos.
El ramo fue confeccionado por la Floristeria Cártamo, (y regalo de las amigas del Hospital dónde trabaja Mar)captaron perfectamente la idea de Mar de un ramo otoñal.
«En su empuñadura llevaba la cinta de la medida de Nuestra Sra. de la Virgen del Pilar y con ella, quise llevar el recuerdo de mi abuela (maña mañísima) que ya no está.»
La decoración floral fue realizada por la Floristería Pétalo y el resto lo pusimos mi familia (que me gustaría destacar el chulísimo letrero, realizado por mi hermana, lleno de fechas con lugares especiales para nosotros, que gustó mucho a los invitados) y en estrecha colaboración con el equipo de Pineda.
Tanto los meseros como los misales fueron realizados por una amiga de mi madre, la pintora Marga Morales, y, ya que ambos somos médicos, tanto mis suegros como mis padres también y junto a un gran porcentaje de los invitados a la boda, convertimos el comedor en un «hospital» en el que cada mesero representaban las distintas especialidades médicas de los asistentes.
Al sentarnos en las mesas del almuerzo, encima de cada plato y como obsequio para nuestros invitados, decidimos que sería una donación a «Médicos Sin Fronteras», ONG a la que tanto Emilio como yo pertenecemos.
«La barra libre, fue una graaaaan fiesta, nadie paró de bailar, mayores y jóvenes, tanto que tuvimos que ampliar el tiempo de estancia allí que teníamos pre-determinado. Fue amenizada por un grupo de flamenquito y por un Dj de la empresa PimPam Music.
Lo más divertido fueron las chapas personalizadas que realizamos con la empresa Yosoytuchapa.com, con mensajes divertidos y frases nuestras con los invitados, que junto a los impresionantes gorros de gomaespuma y collares hawaianos que pusimos, .
Además pusimos una barra especial de Gin Premium y un photocall en forma de caseta de feria en miniatura de la firma Mirka Eventos. Esto era de las cosas que más claras teníamos de la boda, pues tanto Emilio como yo somos unos feriantes de pro, y nos encantó el muchísimo juego que dió entre nuestros invitados.»
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1 Comment
My Ever After
marzo 4, 2015 a las 11:59 pmPreciosa la boda! El tocado de la novia me recuerda mucho a los de Dolce y Gabbana, los de su penultima coleccion, no te parece? 🙂